Siguen la enseñanzas de buscar a Dios en la tierra. Son integrantes del Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal. Peregrinaron para manifestar su disposición a seguir luchando por una mejor vida, por el derecho a la tierra, por la conservación de la naturaleza.
En los municipios de Huixtán, Altamirano, Bachajón, Ocosingo, Cancún y otros, unas 15 mil personas se manifestaron para rechazar la venta de alcohol, droga; y la prostitución en su territorio.
La peregrinación, explicaron, “forman parte de un proceso de reflexión y oración que hemos realizado desde hace tiempo en varios municipios, demandando a las autoridades que hagan su trabajo para que esta situación se frene y deje de causar tanta enfermedad y muerte a nuestro pueblo”.
“Pedimos a las autoridades que apliquen la ley y pongan un alto a las muchas problemáticas generadas a raíz de esto”.
En su peregrinar, los pobladores, de estos municipios habitados en su mayoría por indígenas, cuestionaron también proyectos como la construcción de la super-carretera San Cristóbal de las Casas-Palenque.
De acuerdo a lo expresado por las y los manifestantes, este proyecto no beneficia a las comunidades, y por ello, sostuvieron que no permitirán pase por su territorio.
Todas las peregrinaciones iniciaron entre las 9 y 10 de la mañana y terminaron entre la 1 y 2 de la tarde. En todos los casos se llevaron a cabo de forma ordenada y pacífica. Al final hubo celebraciones eucarísticas donde se reafirmaron los mensajes de la palabra de Dios, explicaron en un comunicado.
Las y los integrantes del Pueblo Creyente plantearon problemáticas específicas. Por ejemplo en Huixtán se pronunciaron en contra de la Presa Hidroeléctrica en la Comunidad del Río Florido; y de la construcción de una planta de Coca Cola en la Comunidad del Río Molinos Xchel, a 1 km de Huixtán
En Altamirano protestaron por la tala y venta de madera, y por la violencia que se ha incrementado en la región. En Bachajón exigieron la terminación del Hospital de Chilón.
En Ocosingo denunciaron el incremento de asesinatos y suicidios; la corrupción de las autoridades. Protestaron por los trabajo de la llamada “brecha Lacandona” y los parques eco-turísticos en la Selva. En Cancúc manifestaron su rechazo a la represa hidroeléctrica del Río Chacte.
“Caminamos nosotros y nosotras como creyentes de la palabra de Dios, indígenas y mestizos para defender la vida de nuestros hijos e hijas, de nuestros pueblos, de la madre naturaleza y sus recursos”, expusieron.